La improvisación no es útil solo para la actuación y el teatro. También es imprescindible para hablar en público: perder la vergüenza, aprender a expresarnos y saber responder a estímulos externos. Es decir, poder responder a lo que no te esperas, a lo que no puedes prever.
Esta es la idea principal del curso ‘Aprender a hablar en público’ que organizó Quatre Films en La Fábrica, el centro sociocultural de Mislata (Valencia). Las clases fueron impartidas por David Fajardo, profesional de la improvisación y miembro de la compañía teatral valenciana SUBIT!. A través de las sesiones, David Fajardo nos mostró una serie de actividades para utilizar las técnicas de la improvisación en situaciones cotidianas o en aquellas que tenemos que hablar delante de un auditorio.
«Sí, y además»
¿Cuántas veces respondes con un ‘no‘ o un ‘sí, pero‘? La filosofía de la improvisación se basa en una premisa muy sencilla: cambiar las respuestas negativas por un ‘sí, y además’. Cada vez que respondes con una negativa a una sugerencia o comentario estás perdiendo oportunidades para que esa conversación pueda llegar a algún punto en común. Sin embargo, si contestas con un ‘sí, y además’ generas confianza, iniciativa y permites que estas ideas puedan desarrollarse. Esta concepción parte de la premisa de aceptar cualquier sugerencia procedente de tu equipo y tu entorno, sin prejuzgar nada hasta no ejecutarlo. De esta manera, todo lo que venga detrás de un ‘sí, y además‘ sumará, en lugar de restar.
Esta filosofía nos dota de herramientas para adaptarnos al cambio con flexibilidad, versatilidad de comportamiento y la habilidad necesaria para modificar la propia conducta con el fin de alcanzar objetivos o solucionar problemas comunes.
Un taller para mejorar la oratoria
Aunque en un principio los asistentes se sorprendieron de tener a un monologuista y humorista de profesor, pronto se dieron cuenta de los beneficios de la improvisación y cómo aplicar sus herramientas en el día a día. Hablar en público puede tener varios propósitos: hacer una presentación, vender una idea o convencer al público de algo. Con este taller, aprendimos a mejorar la comunicación, trabajar el registro oral, la capacidad de improvisación, la asertividad y la creatividad, entre otras.
Como dicen desde SUBIT!, la compañía de teatro de David Fajardo, el desarrollo de la improvisación es una herramienta que ayuda al desarrollo personal y de la que se obtienen múltiples beneficios:
- Aumenta la espontaneidad, fluidez verbal y creatividad
- Ayuda a dominar al juez interior, mejorando la confianza en uno mismo
- Favorece la escucha y la concentración
- Otorga flexibilidad y capacidad de adaptación
- Libera estrés y tensión, generando relajación y mejorando el estado de ánimo general
La Fábrica, es un centro sociocultural, gestionado por el Ayuntamiento de Mislata. En él tienen lugar un gran espectro de cursos y actividades de formación sobre diferentes áreas y disciplinas. Con esta estrategia, La Fábrica se está convirtiendo poco a poco en uno de los epicentros culturales destinados a la formación en la ciudad de Valencia.
Por Sara García Verdú
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